"Visiter", el disco en el que se encuentra integrado este tema, es uno de los mejores debuts que he escuchado durante la década de 2000. Es una precioso cancionero transmisor, sobre todo, de una profunda sensibilidad, ingenio y creatividad. Es capaz de disponer de tus sentimientos uno por uno y jugar con ellos a su voluntad. Pero dentro de esta colección de catorce pistas se encuentra una que, para mi, restará inmune al paso del mi tiempo. ¿Por qué? Es una respuesta simple, aunque compleja emocionalmente. Cuando escuché "Winter" por primera vez me quedé prendado porque me di cuenta que esta era la banda sonora que había estado buscando durante todos los inviernos de mi adolescencia (y no solo de mi adolescencia, sino de mi juventud y, probablemente, lo será de mi adultez). E invierno aquí viene acompañado de muchas otras cosas que se dan por supuestas. No es solo una estación del año (un invierno se puede dar incluso en verano), ni tan siquiera es solo un clima. Es una forma de vida, una actitud, una nostalgía infinita que probablemente todos sintamos ocasionalmente. Invierno, al menos en mi mundo, es el standby del año, es la espera, es donde recordamos los mejores tiempos, aun sabiendo que ya son pasados, y aun sabiendo que vendrán de nuevos.
Ese simple comenzar, minimalista. Ese juego de toms que acompaña una guitarra, de cuatro acordes y una suave voz, casi apagada, cantando porque debe, no porque quiere. Un invierno austero que en ocasiones se intercala de vientos, melódicos, pero cargados de melancolía, de nostalgía, de recuerdos pasados que vuelven en medio de un invierno. Nos hacen sonreir, pero se vuelven a marchar como lo que son, recuerdos, para volver a la austeridad de nuevo.
Pero al final todoparece mejorar un poco, parece que el sol comienza a calentar, las nieves se derriten y ahí viene el cambio. Un cambio en todo, tanto en la forma de afrontar el presente como en la forma de entender el pasado. Luego viene "It's that time again", que parece un anexo en ocasiones, pero como este es un blog de canción por día, tendreis que ser vosotros quienes entreis ahí.
Ese simple comenzar, minimalista. Ese juego de toms que acompaña una guitarra, de cuatro acordes y una suave voz, casi apagada, cantando porque debe, no porque quiere. Un invierno austero que en ocasiones se intercala de vientos, melódicos, pero cargados de melancolía, de nostalgía, de recuerdos pasados que vuelven en medio de un invierno. Nos hacen sonreir, pero se vuelven a marchar como lo que son, recuerdos, para volver a la austeridad de nuevo.
Pero al final todoparece mejorar un poco, parece que el sol comienza a calentar, las nieves se derriten y ahí viene el cambio. Un cambio en todo, tanto en la forma de afrontar el presente como en la forma de entender el pasado. Luego viene "It's that time again", que parece un anexo en ocasiones, pero como este es un blog de canción por día, tendreis que ser vosotros quienes entreis ahí.

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