Se suponía que no repitiría artista hasta pasado bastante tiempo de que el blog estuviera funcionando pero si lo de ayer no merece que me retracte del autocontrato que firmé mentalmente no se que lo puede hacer. Lo de ayer en el Palau Sant Jordi a cargo de Roger Waters fue tremendo. Musicalmente muy bien interpretado, aunque Gilmour es Gilmour, Mason es Mason y Wright fue Wright. De todas formas, a mi punto de ver, el tema instrumental no me preocupaba ya que sabía que iba a estar bien cubierto. Los grandes protagonistas de la noche fueron los audiovisuales, el montaje del muro, los uniformes, las marionetas gigantes, los aviones, los cerdos voladores, etc. Todo un despliegue que hizo del de ayer probablemente el mejor concierto de mi vida.
Si tengo que elegir un momento álgido fue sin duda el momento de tocar "Vera" seguida de "Bring The Boys Back Home".
Si tengo que elegir un momento álgido fue sin duda el momento de tocar "Vera" seguida de "Bring The Boys Back Home".
El concierto completo fue una clara denuncia de las situaciones de guerra que se han vivido y se siguen viviendo en todo el mundo. Se hicieron continuos homenajes a personas caidas en diferentes conflictos armados alrededor del mundo, desde los más famosos símbolos (Ghandi o Lorca, por decir algunos hasta aquellos más desconocidos.
Las imágenes que vemos durante el momento que aquí os comento emocionan, entristecen, alegran, enrabian. Nos meten en una espiral de sentimientos que dificilmente podemos encontrar en un concierto. Lo que aquí os cuente u os pueda enseñar no es ni la mitad de lo que sentí ayer al verlo en directo, aunque podais haceros una idea. Realmente, si aun os queda alguna oportunidad de acudir, no lo penseis ni un segundo.

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