Estamos de acuerdo en que Girls fue uno de los grupos revelación, no solo de 2009 sino de la última década y que "Album" fue uno de los mejores discos debut así que tampoco voy a decir nada nuevo aquí sobre lo que hace esta gente. Sin embargo tengo ganas de hablar un poco de este tema, "Hellhole Ratrace", que me parece que es el mejor tema del album, aunque muy seguido de cerca por la fantástica y breve descarga que supone "Lust for Life". No es que el resto del album ("Album" es un album, se hace raro, que imagino que es lo que ellos querían, y resulta bastante obvio pero creo que merecía la pena evidenciarlo) sea malo, en absoluto, es un discazo tremendo de principio a fin, pero estos dos temas se elevan por encima del resto habiéndose convertido ya, al menos para mi, en nuevos clásicos.
¿Y porque es tan bueno este tema? A parte de ser una buena composición, suave, bien hecha, con una subida lenta y que no sube tanto, pero que mantiene al oyente pendiente de lo que sucede. Yo creo que la combinación de ese ritmo lento propio de canciones tristes con una canción que es, cierto, lo es también, pero que está llena de esperanzas, de buenas intenciones y que, combinada con las imagenes del videoclip, deben cumplirse si o si, si es que aun no se han cumplido.
¿No os hace el video (dirigido, como la mayoría de sus videoclips, por el amigo de la banda, Aaron Brown) querer revivir todas las noches de fiesta de vuestra vida? Poder disponer de ellas como si fuera un catálogo de recuerdos a revivir donde los buenos momentos están siempre a disposición de uno mismo para optar a la felicidad eterna. Sería fantástico, aunque utópico, obviamente. Lo genial es que esas noches (o días) son susceptibles de suceder a cada momento para, acto seguido, incorporarlas a ese catálogo de momentos vividos irrecuperables pero accesibles por a la memoria por siempre.
¿No os hace el video (dirigido, como la mayoría de sus videoclips, por el amigo de la banda, Aaron Brown) querer revivir todas las noches de fiesta de vuestra vida? Poder disponer de ellas como si fuera un catálogo de recuerdos a revivir donde los buenos momentos están siempre a disposición de uno mismo para optar a la felicidad eterna. Sería fantástico, aunque utópico, obviamente. Lo genial es que esas noches (o días) son susceptibles de suceder a cada momento para, acto seguido, incorporarlas a ese catálogo de momentos vividos irrecuperables pero accesibles por a la memoria por siempre.

No hay comentarios:
Publicar un comentario